Dividir un piso en dos
Sí, como lo oyes, es posible. La finalidad de las particiones puede ser muy variada, y es una opción muy válida respondiendo a un motivo práctico, y es que un piso de 90 m2 o más llega a quedarse excesivamente grande para muchas personas: familias monoparentales, viud@s, parejas cuyos hijos ya se han independizado, etc…
Factores a tener en cuenta:
El fundamento jurídico de la segregación de una vivienda se establece en la «Ley de Propiedad Horizontal», en su art. 10:
“Los pisos o locales y sus anejos podrán ser objeto de división material, para formar otros más reducidos e independientes, y aumentados por agregación de otros colindantes del mismo edificio, o disminuidos por segregación de alguna parte.
En tales casos se requerirá, además del consentimiento de los titulares afectados, la aprobación de la junta de propietarios, a la que incumbe la fijación de las nuevas cuotas de participación para los pisos reformados con sujeción a lo dispuesto en el artículo 5.º, sin alteración de las cuotas de los restantes”.
Eso si, antes de segregar una vivienda hay ciertas normativas que deben ser tenidas en cuenta, tanto en el ámbito municipal como en el regional, si bien es cierto que hay criterios comunes para el conjunto de España, y esto facilita la labor. También hay que cumplir con las Normas Mínimas de Habitabilidad, que es donde se estipulan las dimensiones mínimas y número de habitaciones.
Y por supuesto, revisar si hay algo recogido al respecto en los estatutos de la Comunidad de Propietarios, donde si no figura nada al respecto, se deberá contar con la aprobación de al menos tres quintas partes de los propietarios, según establece la Ley de Propiedad Horizontal (Ley 49/1960).
Hay otro factor que también debe tenerse en cuenta a la hora de segregar una vivienda y es el replanteo real de las viviendas resultantes de la segregación, pues es posible que existan inconvenientes tales como el acceso independiente a cada vivienda, la posición incorrecta de bajantes o insuficientes ventanas para el diseño propuesto.
Ventajas:
- Reducir gastos de mantenimiento
- Conseguir revalorización de cada una de las partes.
- Agilizar una posible venta, pues hoy en día un inmueble pequeño se vende más fácil que uno grande.
- En un caso más extremo, puede resultar una solución aceptable para dos herederos, de modo que cada uno disfruta su parte libremente.
Profesionales implicados:
Dado que para dividirlo será necesario un proyecto y solicitar licencia de obra, se deberá contar con los servicios de un arquitecto o arquitecto técnico, así como los de un un abogado que redacte la escritura de segregación, un notario que la autorice y un registrador de la propiedad que inscriba los nuevos pisos.
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